Relatos propios

El secreto de las estrellas

Hoy os traigo una breve historia que escribí hace un tiempo para un trabajo de la Universidad y la verdad es que me apetece mucho compartirlo con todos vosotros. Espero que os guste 🙂

EL SECRETO DE LAS ESTRELLAS

Era un niño como cualquier otro, quizás parecido a ti, sin embargo conocía un secreto que tan sólo algunos poseían.

Desde el salón podía percibir las risas. Hacía mucho que no se escuchaban pensó Sebastian, pero que agradables resultaban. En poco tiempo, el sonido lo había hipnotizado y  no podía hacer otra cosa que seguirlo. Dos personas se encontraban allí, sentadas sobre el sofá. Eran papá y mamá que discutían sobre los lugares a los que irían de vacaciones. Se contagió de sus risas. 

Los dos se giraron hacia Sebastian, habían sido descubiertos pero no les importó. Hicieron planes los tres juntos, durante horas.

Días más tarde, se encontraban a las puertas de un observatorio, para disgusto del niño,  que habría preferido ir a cualquiera lugar de los  que habían hablado hacía unas cuantas noches antes que a ese.

No quería estar allí y lo demostraba con cada uno de sus gestos, hombros cruzados, cara de disgusto y de vez en cuando alguna que otra palabra de esas que no deben pronunciarse,  sin embargo su padre había insistido y mamá no se había negado en ningún momento.

Durante la visita la cara de Sebastian había cambiado. Poco a poco se había interesado por los planetas, las estrellas y los agujeros negros. Ahora se encontraban sentados en una sala de cine esperando para ver una proyección dirigida a niños.

A la salida Sebastian se sentía muy pequeño, se había dado cuenta de lo inmenso que resultaba el universo. Tenía nueve años. El día de su cumpleaños se había sentido orgulloso de lo grande que era pero ahora se veía como una hormiga. Su padre que hasta ese momento había permanecido en un silencio inusual en él comenzó a hablar con él.

  • ¿Te ocurre algo?
  • Papá, ¿Cuantos planetas existen? ¿Y estrellas?
  • Muchísimos, pero todavía hay más estrellas.
  • ¿Por qué hay tantas estrellas?
  • No lo sé, sin embargo puedo decirte que tienen una misión muy especial.
  • ¿Una misión? ¿Cuál es? – Los ojos de Sebastian brillaban por la emoción
  • ¿Sabes? Las estrellas pueden verse desde cualquier lugar de la Tierra y es por eso que sirven de guía. Si alguna vez te sientes muy perdido en la oscuridad de la noche habla con ellas.

Un fuerte sonido despistó a Sebastian quien cerró los ojos y al hacerlo dejó de escuchar la voz de su padre. En ese momento se sintió desorientado. Volvió a abrir los ojos pero el observatorio había desaparecido. Ahora se encontraba sobre su cama. Recordó que había estado llorando. En algún momento de la noche debió quedarse dormido de tanto llorar y ahora, las lágrimas comenzaban a brotar de nuevo. Echaba de menos a su padre y verlo en su sueño lo había entristecido más.

Hacía unos meses que el padre de Sebastian había fallecido a causa de una larga enfermedad. Estaba triste pero no quería que los demás lo vieran llorar y era durante la noche el único momento en el que se permitía hacerlo. Se levantó de la cama, no quería dormir más y se acercó a la ventana. Desde allí podía ver las estrellas. Sentía dolor porque no podría volver a ver a su padre, también rabia porque no entendía cómo podía haberlo dejado sólo tan pronto pero sobre todo se sentía perdido porque no sabía cómo vivir sin él. Recordó entonces su sueño y todo lo que le había dicho su padre sobre las estrellas. Decidió hablar con ellas apoyado desde la pequeña ventana de la habitación.

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